Por Francisco Pinedo
No debe haber ninguna cadena de pecado en tu vida, ningún vicio. Nada te debe controlar, ni dominar.
“El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos;A poner en libertad a los oprimidos;
A predicar el año agradable del Señor”. Lucas 4: 18 y 19
Evangelio es una palabra griega que significa buenas nuevas o buenas noticias. El evangelio de Lucas registra estos versos donde el mismo Jesús explica en sus propias palabras de qué se trata las buenas noticas del evangelio.
Aquí el señor Jesús habla concretamente de 6 beneficios que tiene el evangelio:
1 - Buenas Nuevas a los pobres
2 - Sanar a los quebrantados de corazón
3 - Pregonar libertad a los cautivos
4 - Vista a los ciegos
5 - Poner en libertad a los oprimidos
6 - A predicar el año agradable del Señor.
De estos seis beneficios quiero referirme solo a dos de ellos. Libertad a los cautivos y oprimidos.
LIBERTAD A LOS CAUTIVOS Y OPRIMIDOS
Una de las principales banderas del Señor Jesucristo es la libertad espiritual. Él dijo: “Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” (Juan 8: 32).
Cuando el señor Jesús predicó este mensaje de libertad, las personas que les estaban escuchando le dijeron: Maestro, ¿De qué no vas a libertar, si nosotros jamás hemos sido esclavos de nadie?
El señor Jesús no estaba hablando de una esclavitud física, sino de una esclavitud espiritual, de la esclavitud del pecado.
Hoy la esclavitud es un delito, pero siglos atrás la esclavitud era permitida. En los comienzos de la humanidad cuando dos pueblos se enfrentaban en guerra. El pueblo que ganaba la guerra se quedaba con el “botín”.
EL BOTIN DE GUERRA
Por “botín militar” o “botín de guerra” se considera a aquellos bienes movibles tomados al enemigo por los soldados con el consentimiento de su general. El “botín” incluía lo más valioso de pueblo derrotado, principalmente las personas; las joyas, las bestias, los animales, todo lo que tuviera valor y pudiera ser transportado por los soldados.
Era así como personas caían en esclavitud, cuando su pueblo había sido derrotado, las personas eran sacadas de su entorno y llevadas en cadenas a otros lugares donde se les ponía un precio para la venta. Existían mercados de esclavos, donde llegaban comerciantes con dinero y compraban esclavos.
El cautivo no podía negarse a ir con su nuevo amo, no tenía derecho a negarse porque su pueblo había perdido la guerra. Cuando el esclavo era comprado, el cautivo estaba sujeto a lo que le dijera su comprador. El cautivo no se podía negar.
El señor Jesús compara la esclavitud del pecado con la esclavitud, con la cautividad. Cuando no conocemos la verdad, estamos controlados por el pecado. El pecado nos gobierna, nos controla. No podemos negarnos a los impulsos de la carne. En eso consiste la buena notica del Evangelio, el señor Jesús quebró el poder del pecado sobre nuestras vidas. El evangelio dice: “Si el hijo os libertare seréis verdaderamente libre” (v.36)
Por último, Dios quiere que conozcamos la verdad. Que no seamos engañados, que cuando veamos que algo se acerca a nosotros, que se ve bonito aparentemente, agradable, atractivo, pero que al final nos va traer problemas, podamos apartar las cosas que nos hacen daño. Dios quiere que conozcamos esa verdad. Dios quiere que nada nos ate, Dios quiera que seamos autónomos. Dios quiere nuestro bienestar, Dios quiere nuestra libertad espiritual.
